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lunes, 9 de enero de 2012

El conformismo

Generalmente nos dicen que no nos conformemos, porque si lo hacemos seremos conformistas.



Entonces como cristianos como debemos actuar, pues es curioso la respuesta según la Palabra de Dios, ya que hay dos tipos de conformismo. Y según ellos será nuestra respuesta.

I. La que agrada a Dios. Es aquella que aunque no tenemos todo lo que deseamos, estamos contentos con lo que hemos alcanzado y agradecemos todo a Dios. “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. 1 Timoteo 6:6-8.

II. La que desagrada a Dios. Es la actitud pasiva, que no permite un mayor desarrollo como persona. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2.

En nuestra vida como cristianos debemos tener el primer tipo de conformista y desechar el segundo, aunque suene a ser y no ser conformista.

Para empezar debemos agradecer a Dios en todo momento, ya que Dios sabe porque suceden las cosas. Como cristianos debemos entender que a partir de que Jesús se convierte en nuestro salvador, nuestras vidas no son nuestras, sino que están a la entera disposición de aquel que nos amó y dio su vida por nosotros. Entender que Dios es quien cuida a sus hijos y provee de las situaciones que mejor nos conviene, de allí que cualquier circunstancia es un motivo para agradecer a Dios.

Este tipo de conformismo debe suceder en el campo mental y debe mostrarse a través de la alegría con que podemos compartir nuestras cosas con los demás, no solo las materiales si no también aquellas que son más importantes como las muestras de afecto personal. De allí que un cristiano siempre debe ser el apoyo de los demás.

Ese es el tipo de conformismo que Dios desea, de estar contentos de la vida, gozar del amor de Dios y lo que es más importante compartir ese Amor maravilloso.

El estar contentos con nuestro diario vivir no indica que no debamos hacer nada para mejorarlo, ya que si alguno utiliza mal El HAKUNA MATATA “No te angusties”, no es culpa mía sino de vosotros mismos. El HAKUNA MATATA se refiere a que no demos preocuparnos por el día de mañana de manera excesiva, ya que esto trae problemas de estrés y otras complicaciones, pero no indica que no preveamos nuestro futuro. Es más la Biblia da diversos ejemplos de personas que se conformaron con lo que tenían y les fue muy mal.



Podemos empezar con Sansón, llamado a ser un gran juez de Israel y se durmió en sus fuerzas y no consiguió hacer algo realmente importante para el pueblo de Dios.

David que cuando tenía que ir a la Guerra se quedó en Jerusalén y después tuvo todo el problema con Betsabé y Absalón.

Puedo enumerar otros, pero quiero terminar diciendo que a Dios le desagrada las personas conformistas y que las consecuencias de dormirse en los laureles o no hacer nada para cambiar una situación pueden acarrear enormes consecuencias.

Como por ejemplo en Génesis 11:27-32 habla de Taré un hombre que tardo 205 años en morir y vivió en una tierra improductiva, a mitad de camino entre Ur y Canaán.

En el campo espiritual es del mismo modo, nuestro enemigo quiere que creamos que ya Dios hizo todo lo que tenía que hacer con nosotros y que ya es suficiente, pero eso no es así. Nuestro Padre Celestial quiere que día a día renovemos nuestro entendimiento y que comprobemos por nosotros mismos que Él quiere darnos más y más…

No seas conformista con Dios, pídele, sueña, lucha, crece, cree... Porque con Dios, el límite lo pones tu…

En Isaías 54:2-3 dice: Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.



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